Para comenzar debemos aclarar que en el cuerpo hay 2 tipos de respiraciones:
1) intercambio gaseoso.
2) respiración celular.
Ambas están muy ligadas al sistema circulatorio, ya que la sangre es la que transporta el oxígeno a cada célula de nuestro cuerpo. Pero hoy, nos dedicaremos a la respiración como intercambio gaseoso y luego estudiaremos la otra.
El sistema respiratorio es el conjunto de órganos que nos permite intercambiar gases con la atmósfera.
Los órganos principales son los pulmones (en los mamíferos).
Nuestra respiración consta de 2 partes:
Inspiración: cuando el oxígeno entra a los pulmones.
El aire entra por las fosas nasales ubicadas en la nariz, por un proceso que se da en las mismas el aire se humedece y pasa a la laringe. Este órgano está conectado a la tráquea, es un tubit que conecta a la laringe con el interior de los pulmones. Ahí dentro, hay tubitos cada vez más pequeños llamados bronquios y bronquiolos que en el final tienen unas pequeñas "bolsitas" llamadas alvéolos.
En los alvéolos se da el intercambio gaseoso, la sangre llega hasta aquí con dióxido de carbono (residuo del funcionamiento de nuestro cuerpo) y es intercambiado por oxígeno. Este oxígeno es el que irá a todo mi cuerpo para que éste funcione. Aquí entra la participación del sistema circulatorio.
La expiración: se da cuando sale el dióxido de carbono hacia la atmósfera.
Además, tenemos músculos intercostales que están ubicados entre las costillas, que permiten que se expandan (agranden) cuando entra el oxígeno a los pulmones. Y el diafragma que se contrae o relaja según el momento d ela respiración que se dé. En la inspiración se contrae y en la expiración se relaja.
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