Los flamencos, protagonista de un cuento muy entretenido.

 Los flamencos son animales que viven tanto en América como en Europa, lo que necesitan para vivir son grandes lagos o ríos poco profundos.

  Es muy difícil diferenciar al macho de la hembra porque son muy parecidos, de tamaño y de color.

  Son de color rosáceo, tienen patas largas y finas, sus picos son fuertes y curvados terminados en una punta negra. En él tienen como un colador, para separar el barro del alimento. Pueden llegar a medir 1,50 metros de altura.

Se alimenta de insectos, peces, crustáceos y algas, son omnívoros.

El macho más rosado, es el que tiene más posibilidades de reproducirse. La hembra lo invita, abriendo sus alas, agachando la cabeza para que el macho se le suba encima. Fecunda el huevo, y este nace un mes después. Arman el nido con barro y pajas, para protegerlo del agua, tanto el macho como la hembra lo cuidan. Son ovíparos, nacen de huevos.

Cuando nacen y hasta que cumplen un año son blancos, luego por la alimentación van quedando rosados.

Son animales gregarios, viven en grupos.